Un día antes del Día de los Padres, mi hijo me preguntó: “Mamá, ¿qué regalo quiere recibir? Según las noticias, una encuesta muestra que los padres prefieren regalos prácticos o dinero que un clavel y un pastel. ¿Está de acuerdo?”. Después de pensarlo un rato, respondí.
“Prefiero el clavel que me da mi hijo. Pero la flor real se seca tan rápido que prefiero un bolígrafo con un colgante en forma de clavel. Hará que la sala de estar sea luminosa y seré feliz cada vez que lo use.”
Al día siguiente, mi hijo llegó tarde a casa de la academia privada y no salió de su habitación por un buen rato. Más tarde, cuando vi mi tocador, me estaba esperando un regalo impresionante que me hizo sonreír. Era un clavel hecho con una bolsa de papel y su cuaderno usado. Sonreí ante su ingenio y derramé lágrimas, conmovida por su sincera carta. Aunque recorrió las papelerías, debe de haberle resultado difícil conseguir el bolígrafo con un clavel artificial. Sin embargo, unos días después, también recibí el regalo del bolígrafo con un clavel.