
Papá dijo que vendría a la región donde vivo por su viaje de negocios. A mitad de su viaje, pasó por una tienda de suministros de oficina y me preguntó si necesitaba algo. No queriendo agobiarlo, simplemente pedí dos recambios de bolígrafo de color negro. Pero al final, me compró cuatro recambios y dos bolígrafos nuevos con tinta negra. Eran preciosos tesoros para su hija a quien no había visto en meses debido a la pandemia de COVID-19.
Papá, los usaré bien.