El árbol que vence el calor

Las hojas de los árboles no se marchitan ni se queman bajo el sol abrasador del verano. En pleno verano, los árboles, con sus frondosas hojas en cada rama, ofrecen sombra fresca a las personas y a los animales. ¿Cuál es el secreto de las delicadas hojas para mantener su frescura verde incluso bajo el intenso calor del sol?

La respuesta está en un proceso llamado transpiración. Los árboles absorben agua a través de sus raíces y la transportan hacia arriba mediante vasos en sus troncos y ramas, hasta llegar finalmente a las hojas. Desde allí, el agua se evapora a través de pequeñas aberturas en la parte inferior de las hojas, lo que ayuda a regular los niveles de humedad y temperatura dentro del árbol. Este ciclo continuo no solo sustenta al árbol en sí, sino que también enfría su entorno. A medida que el agua se evapora de las hojas, absorbe el calor del aire, haciendo que la sombra debajo del árbol sea refrescante. De hecho, en un día caluroso de verano, un árbol grande puede liberar hasta doscientos litros de agua por hora a través de este proceso.

Para liberar humedad, los árboles deben absorber agua constantemente, garantizando así que sus hojas permanezcan llenas y vibrantes. Sin ceder al calor ni buscar refugio de él, los árboles se mantienen firmes, venciendo el sol del verano a su manera, con tenacidad.