La sabiduría de los 90 segundos

Las personas a menudo comparan las emociones con las olas. Así como podemos ser arrastrados por las olas en el vasto mar si no nos dirigimos activamente, nosotros también podemos dejarnos llevar por las emociones cuando nuestra mente pierde su sentido de dirección. Pero por muy fuerte que sea una ola, al fi nal se desvanece; y lo mismo ocurre con las emociones que surgen.

Por ejemplo, cuando el cerebro encuentra un estímulo negativo, activa el sistema nervioso simpático y libera hormonas del estrés. Esto conduce a respuestas físicas como un latido cardíaco acelerado, una voz temblorosa o una cara enrojecida. Pero aquí está la clave: los efectosquímicos de esas hormonas del estrés duran solo unos noventa segundos. Después de eso, se eliminan del torrente sanguíneo y el cuerpo vuelve gradualmente a un estado más tranquilo.

La neurocientífi ca Jill Bolte Taylor lo pone de esta manera: “Sin embargo, si permanece enojado después de que los noventa segundos han pasado, es porque ha elegido dejar que ese circuito siga funcionando”. En otras palabras, cualquier emoción que persista más allá de ese punto es algo a lo que elegimos aferrarnos.

Cuando nos dejamos llevar por las emociones negativas como la ira, podemos dañar no solo nuestra propia felicidad sino también nuestras relaciones. En lugar de dejar que su corazón se sacuda con cada ola que pasa, intente practicar la sabiduría de la regla de los 90 segundos. Pare. Respire. Deje que la ola pase. Y pronto, podrá encontrarse otra vez fl otando tranquilamente en el pacífi co mar de su propia mente.
Go Top
¿Realmente desea eliminar? No se podrá recuperar.