A mi cuñada, a quien le debo mucho

Te casaste joven, criaste a dos hijos y cuidaste de tu suegro, sin pronunciar ni una sola queja. Incluso a mí, que soy su hija, a veces me resulta difícil vivir con él. Pero tú, mi amable

cuñada, no solo has compartido un hogar con él, sino que lo has cuidado con mucha paciencia y amor. Estoy profundamente agradecida. Doy gracias a Dios por traerte a nuestra familia.
Go Top
¿Realmente desea eliminar? No se podrá recuperar.