Ahora me doy cuenta de que no he expresado toda mi admiración por ti. Cuando compartiste que te sentías valorada en el trabajo, pero de alguna manera insuficiente en casa, eso me impactó profundamente. Vi mi error y me sentí muy arrepentida. Pero debes saber que siempre he reconocido tu bondad y fortaleza, y todas las cualidades que te hacen notable. Simplemente no lo dije. A partir de ahora, no escatimaré elogios para mi amada hija. Cariño, no importa a dónde te lleve la vida, siempre estaré a tu lado. Mantente fuerte, mi amor.